Stop Making Stupid People Famous
Los algoritmos de las redes sociales recompensan el comportamiento escandaloso por encima del discurso reflexivo, creando celebridades a partir de personas cuyo único talento es equivocarse estrepitosamente. Los filósofos de la antigüedad ganaban fama gracias a la sabiduría, mientras que los influencers modernos ganan seguidores a través de la controversia y la ignorancia. La economía de la atención incentiva la estupidez porque el compromiso airado genera más beneficios que la conversación inteligente.